miércoles, 19 de marzo de 2014

La FIO 2014

 El día comenzó en Madrid, con un cielo bastante nublado, y con más de 200 km por delante, pero todo esto merecería la pena posteriormente, ya que la FIO es uno de los grandes eventos de la naturaleza, que se encuentra en Manfragüe (Cáceres).
 Pues esa misma mañana al llegar y bus car aparcamiento encontramos una sorpresa, que cabía de esperar que la encontrásemos, la cigüeña negra. La luz era mala ya que el día era muy nublado y hacia bastante viento.
Cigüeña Negra (Ciconia Nigra)

Cigüeña Negra en su posadero habitual.

Posterior a esto nos dirigimos andando a la Portilla del Tiétar que está a unos 50 metros,  y también como cabía de esperar, vimos a otra de las grandes, y una de mis aves favoritas, el Águila Imperial Ibérica, caracterizada por sus hombros blancos, 

 Águila Imperial Ibérica (Aquila Adalberti)
Entre ella se encontraban los grandes leonados y algún que otro buitre negro que no pude fotografiar, ya que no alcanzaba mi objetivo y por otro motivo que contare más tarde.


 Buitre leonado (Gyps Fulvus)
Con un aterrizaje forzoso ya que con el gran tamaño de sus alas es difícil posarse en estas zonas.

En estas épocas los buitres leonados están ya sacando los pollos de los cascarones, por lo que existe mucho movimiento en estas aves ya que necesitan más comida para alimentar a sus voraces polluelos.






En esta imagen podemos ver la dificultad que tienen y el cuidado que deben tener al posarse.
Estos animales llegan a tener unas envergaduras de 2.6 metros y un peso de entre unos 12 kilos, son aves carroñeras que se dedican a desgarrar sus presas muertas.


Tras estar unos pocos minutos observando buitres, la imperial se fue durante un largo tiempo, hasta que volvió a aparecer y entonces fue cuando cogí la cámara y obtuve un botín fotográfico de esta, ya que se acerco bastante a nosotros.

 Águila Imperial Ibérica en vuelo
 Águila Imperial Ibérica sobrevolando el río Tiétar
 Águila Imperial Ibérica regresando a su nido, el cual no se podía ver desde nuestra perspectiva.

 Águila Imperial Ibérica, en esta foto se puede observar muy bien las grandes manchas blancas de los hombros.
 Águila Imperial Ibérica con plumas en el pico tras haber atacado a un par de buitres negro y leonado (las plumass del pico son de un leonado)

 La pareja de Águila Imperial Ibérica una saliendo del nido de años anteriores y la otra posada.

Tras esta sesión fotográfica al Águila Imperial Ibérica, de repente oí un cantar que me resultó bastante curioso a la vez que bastante bonito, me asome para ver lo que cantaba, y me encontré con una agradable sorpresa, era un escribano montesino, además se encontraba relativamente cerca y le pude hacer unas cuantas fotos.

 Escribano montesino (Emberiza Cia), en esta foto se puede observar con claridad las listas laterales del píleo y la lista central del píleo.

Escribano montesino

 Escribano montesino

 Tras acabar en la Portilla del Tiétar nos fuimos a la Feria Internacional de Ornitología, en la que vimos algún que otro conocido como Eva, una chica muy maja y que sabía un monton sobre aves, Rafael Romero Porrino, con el que posteriormente estaríamos en la Portilla, etc. Más tarde fuimos a comer, y al acabar nos dirigimos al Salto del Gitano, famoso por su congregación de buitres, ahi pudimos observar además de buitres, alimoches, una pareja de cigüeñas negras, algún roquero solitario, chochines, ... 
Lo malo ocurriría 30 minutos después de estar en el Salto del Gitano, que haciendo una ráfaga a una de las cigüeñas negras, se me puse de repente negra la pantalla de la cámara, y se rompió por desgracia.

 Buitre leonado en vuelo

 Cigüeña Negra (Ciconia Nigra) en vuelo



 Cigüeña Negra (Ciconia Nigra)
Buitre Leonado (Gyps Fulvus)

Buitre leonado en vuelo en la Portilla del Tiétar.

Tras la ruptura de la cámara, la noche se acercaba, y nos dirigimos de nuevo a la Portilla del Tiétar, a ver si podíamos ver a uno de los grandes, allí se encontraba como dije antes Rafa, muy majo que me dejo ver por su telescopio al águila imperial, que llevaba una perdiz entre las patas y se puso a desgarrarla debajo de un árbol, a cada minuto que pasaba la tarde se iba haciendo más pesada y la luz iba empeorando y de repente donde antes se encontraba el águila imperial posada en una piedra, porfin apareció tras tanta espera, ya casi sin luz, el más grande de las rapaces nocturnas, el Búho Real, mi ave favorita, fuen un gran espectaculo, de pocos minutos, hasta que se perdió en la espesura de la noche, y nosotros poníamos rumbo regreso a Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario