miércoles, 21 de diciembre de 2016

Paraíso en peligro. Parte III: Unas nocturnas muy diurnas.


Era el penúltimo día en Doñana, y ansiosos ademas, decidimos intentar ver algunas aves no muy fáciles de ver normalmente, e intentar ver si podíamos al gran felino, el lince ibérico, cosa que no intentaríamos si quiera por la siguiente razón, acabábamos de terminar la jornada de cigüeña negra en arrozales, íbamos con toda la ilusión dirección a la zona, con tan mala suerte de que pinchamos una rueda y hubo que cambiarla y llamar a los del seguro ya que nosotros no podíamos, una vez cambiada apenas quedaba luz y decidimos intentar ver lechuzas o como llaman ahora búhos campestres, empezamos a recorrer la zona y nada ya era casi de noche y apenas había rastro de nuestras compañeras, hasta que con las ultimas luces desde el coche, gire la cabeza y ahí estaba a pocos metros casi como en una cuneta, y alzo el vuelo, colocándose en un pequeño palo de madera mucho más visible, pero apenas sin luz.
Búho campestre nocturno

Pero una de las verdaderas sorpresas vendría después de este avistamiento, ya era de noche, y teníamos que recorrer todavía un largo camino de vuelta, comenzamos a avanzar y de repente, ¡anda una lechuza! Qué bonita era os lo puedo asegurar, total que seguimos avanzando, otra mas, y otra más, así hasta unas 20 lechuzas distintas, eso si todas de noche, por lo que para la foto estaban muy complicadas, pero alguna intente y dentro de lo que cabe no salieron tan mal, gracias a una que aguanto para acabar de terminarse la cena.

Las distintas tomas que obtuve de la lechuza de noche

Lechuza (Tyto alba)

comiendo un ratón.
 
Volveríamos la mañana siguiente, y ultimo día en este precioso y mágico lugar, a ver si teníamos suerte y las podíamos ver con mas luz, salimos antes del amanecer y todavía pudimos ver algunas lechuzas comunes en los postes, ya comenzó a amanecer y desaparecieron las lechuzas, total que nos pusimos a buscar a los búhos, con un par de agradables sorpresas, un pequeño mochuelo que nos observaba atentamente, y un curioso zorro que marcaba su territorio y nos miraba fijamente.
Mochuelo (Athene noctua)

Zorro (Vulpes vulpes)

Zorro marcando su territorio.
 
Entonces ya con una luz de amanecer continuamos sin rastros de nuestros amigos los búhos, pero al dar la vuelta, volvimos a ver a nuestro compañero el zorro, gracias a él pudimos descubrir los búhos, ya que espanto un par de ellos.
Zorro curioso.
 
Y aquí fue cuando empezó el festival de los búhos campestres, llegamos a ver como unos veinte, una especie muy bonita y muy característica, que si estas muy cerca de ellas y alzan el vuelo puedes ver cómo te siguen la mirada girando la cabeza, es una de las más expresivas aves que tenemos en España con esos ojos tan grande y amarillos que llaman tanto la atención, y en mi opinión gracias a ellos es gracias a lo que las podemos localizar, os dejo todo un repertorio de distintos búhos campestres, una especie que cada vez me asombra más todavía .
Búho campestre (Asio flammeus)

Búho campestre

Búho campestre

Búho campestre posado en el suelo.

Búho campestre a la orilla de un canal , al que el paso la pequeña flecha azul por delante.

Búho campestre

Búho campestre camuflado entre las altas hierbas y flores.


Búho campestre entre las espesura.

Búho campestre en vuelo.


Búho campestre, uno de los mejores avistamientos, posado en un poste muy cercano al coche.

Búho campestre

Búho campestre, y para mi la mejor foto de este animal del viaje.

Ya era algo tarde y era hora de volver y estaba más que satisfecho, aunque todavía tenía la espinita clavada d la lechuza común a la que todavía no había conseguido hacer una buena foto, y con buena luz asique regresábamos ya dispuestos a volver a Madrid, y de repente digo ¡Para! A mi padre, paro y echo marcha atrás y ahí estaba, una lechuza la que en cuanto nos vio se voló, no sé ni cómo pude verla estaba casi imposible de ver y lo que es peor aun a contraluz, así que continuamos, y vi otra, nos paramos le hice alguna foto y nos fuimos para no molestarla más, y vimos una tercera, la que sería la definitiva y la más tranquila, ya que se dejo acercar bastante y sin apenas molestias, solo el pequeño inconveniente de la luz que era bastante mala. Pero conseguí sacar alguna foto, y salvar alguna.
Segunda lechuza

Tercera lechuza

Lechuza común  (Tyto alba)

 
Esta lechuza estaba bastante cerca y apenas me hacían falta sacar los aumentos de la cámara.

Esta en mi opinión es la mejor foto de lechuza diurna, sin embargo aunque no es mejor en cuanto a calidad me gusta mas la nocturna con el ratón en el pico.

Retrato de la lechuza.
Muchas gracias, espero que os haya gustado. ¡Felices fiestas y feliz Navidad! Nos vemos n la próxima entrada...
 

lunes, 19 de diciembre de 2016

Paraíso en peligro. Parte II: Entre lagunas y arrozales.

 
Esta, es la segunda parte de tres fragmentos, en la que hablaré de las aves que pudimos observar en charcas y arrozales. Comenzaba una de las mañanas en Doñana, con, como de costumbre en el sur, un Sol expléndido, pero aún así el frío no cesaba. Nos pusimos en marcha, nada más comenzar la ruta vimos este maravilloso macho de tarabilla común con una luz buenísima. 
 
Tarabilla común macho (Saxicola torquatus)
 
Ya llegando a la laguna, las cuales estaban casi desérticas debido a las grandes lluvias de hacía pocos días, pero sin embargo a los pies del observatorio y de los carrizales, caminaban pequeños pajarillos, que una vez prestada mi atención sobre ellos pude ver que uno era un precioso pechiazul.
 
Hembra de pechiazul.

Ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica)
 
Si también reparabas en los pajarillos de los carrizales, no todos eran mosquiteros y carriceros, entre algunos de ellos se podía ver algún que otro escribano palustre.

Escribano palustre (Emberiza schoeniclus)
 
Ya una vez terminada esa zona, fuimos a visitar muchas más, con la sorpresa de encontrarnos una garza con un precioso fondo otoñal en un pequeña charca.

Garza Real (Ardea cinérea)
 
Ese mismo día veríamos por los entornos del Parque Natural de Doñana a la tarde veríamos un gran grupo de jabalíes, pero muy tapados por el carrizo, os pongo esta curiosa foto de uno de los jabalíes al lado de una garza real.

Jabalí (Sus scrofa) y Garza Real (Ardea cinerea)
 
En esa misma charca de la primera garza real, también encontraríamos un gran grupo de moritos, una especie de ibis color marrón oscuro con colores metalizados. Hace tiempo esta especie era muy complicada de observar y solía ser un acontecimiento su presencia en la península, pero a lo largo de los años se ha ido haciendo más común, hasta poder llegar a ver cientos entre lagunas y arrozales.

Morito común (Plegadis falcinellus)

Grupo de moritos en vuelo.
 
Una de las grandes rapaces presentes en estos ambientes es el conocido aguilucho lagunero, muy huidizo por lo que a mi respecta, un ave bastante impresionante, volando por el raso del agua sin llegar a tocarla, y sólo su presencia hace temer al resto de aves, levantando el vuelo de miles de aves. Este precioso ejemplar lo pudimos observar así de cerca porque se estaba alimentando de lo que parecía una pata de focha. 

 Aguilucho lagunero hembra (Circus aeruginosu)
 
Pudimos observar en todo el viaje gran cantidad de limícolas, sobre todo por los canales que corrían cerca de las lagunas y los arrozales, aunque algunos también los podías encontrar por los arrozales cubiertos por una pequeña capa de agua que apenas les cubría. Limícolas como el conocido andarríos chico, o los archibebe claros y archibebes comunes. Y no podía faltar la elegante y colorida avefría europea, con ese chillido tan característico inconfundible para cualquiera.
 
Andarríos chico (Actitis hypoleucos)

 Archibebe claro (Trinaebulria)
 
 Archibebes comunes (Tringa totanus)
 
 Avefría europea
 
Avefría europea (Vanellus vanellus)
 
Por medio de la marisma se podía ver a los caballos caminando por el agua.
Caballo en la marisma.
 
  Una de las grandes protagonistas de este viaje sería la garceta grande, un ave bastante rara de ver, pero como los moritos se están recuperando favorablemente, llegando a ver cientos y cientos de ellas, incluso a distancias de 5 metros, a diferencia de las garzas reales, estas grandes garzas de gran altura y envergadura son muy poco huidizas. Tuvimos gran suerte con esta garceta grande, estaba posada en la carretera de tierra y voló a un cable del tendido eléctrico al lado del coche a apenas 4 metros, y os puedo confirmar, que son espectaculares, tienen un porte impresionante.
 
Garceta grande en el tendido eléctrico.

Garceta grande preparada para pescar.

Garceta grande(Casmerodius albus)
 
Y finalmente, terminaré esta segunda parte, con ora delas grandes protagonistas, y que a todos tanto nos gusta, una estival invernante de estos entornos, en la que llama la atención ese grande y rojo pico, y esos colores que en sombra o en contra luz no parecen tan llamativos, pero una vez que le da el Sol de frente  ves que ese color negro intenso empieza a convertirse en un color verdoso con una mezcla de color púrpura metalizado, y a todo esto sumarle sus grandes patas con las que camina muy elegantemente por los arrozales y lagunas.

Cigüeña negra (Ciconia nigra)
 
A estas especies de aves zancuda les gusta posarse en los diques que separan zonas de agua y arroz, más apartados, aunque no especialmente, como esta cigüeña negra cerva de una garzareal, que veríamos varias veces, primero cerca de la garza, más tarde en el mismo dique pero bastante mas cerca, y finalmente volaría para colocarse en frente nuestra mucho más cerca que cualquiera de las anteriores veces, teniendo la luz a mi favor pude sacarle alguna foto salvable.

Cigüeña negra y garza real

 Cigüeña en vuelo
 
 Estirando el ala
 
Una de las ocasiones que más cerca la tuvimos.

Retrato de la cigüeña negra.
 
Muchas gracias por la visita, en espera de la última parte, espero que os haya gustado, un gran saludo.