viernes, 29 de abril de 2016

Ranthambore National Park

 
Comenzaba el día, era uno de los días más emocionantes de mi vida, una mañana fría pero despejada, lo que yo no sabía ese día es lo que pasaría después... Vino un canter a recogernos, es como un camión de mediano tamaño, destapado, en el que caben unas 20 personas, fuimos los últimos en ser recogidos, ya que nuestro hotel era el último, todos los pasajeros eran indios, pero eso no importaba, íbamos a la zona 5 del parque, ya que gracias a mi padre la habíamos podido cambiar, porque las agencias siempre te intentan colocar en la peores zonas que son de la 6 a la 9 mientras que la 1, la 2, la 3 y la 5 eran bastante buenas, siendo la 5 la menos común, pero aún así nadie garantizaba nada.
 
El paisaje una vez adentrados en el parque nacional era bestial, brutal, el mejor sitio, sin ninguna duda de los que he visitado. No pude sacar muchas fotos paisajísticas, debido a la velocidad del vehículo.
 
Vimos bastante fauna, pero lo que impactó fueron los paisajes y sus cambios tan drástico, como podía pasar de una llanura a una zona elevada y rocosa, fue maravilloso.

Ranthambore National Park.
 
Comenzaríamos la mañana viendo unos ciervos a lo lejos de los que hablaré después ya que los vimos mucho más cerca. Posteriormente veríamos un par de jabalíes apenas visibles entre la alta hierba.

Jabalí indio (Sus scrofa)
 
Luego lo que más veríamos sería una clase de ciervo muy parecida al gamo de nuestra península ibérica, llamado ciervo moteado, o en inglés spotted deer, la siguiente toma es una de mis favoritas, un macho al que pillé comiendo de un árbol a dos patas.
 

Ciervo Moteado (Axis axis)
 
Más tarde veríamos una de las imágenes paisajísticas más bonitas que he realizado y que más impacta de la India, ya que cuando tu dices que has ido a la India a ver animales la gente lo asocia a la selva, pues no, y este paisaje refleja perfectamente todo lo contrario.

Reguero de un río seco del parque nacional.
 
Más tarde veríamos otro ciervo más parecido al wapití, pero de menor tamaño, el sambar, aquí vemos un macho no de gran longevidad,  más oscuro que el ciervo y con más cantidad de pelo.

Sambar macho
 

Sambar (Rusa unicolor)
 
Y habiendo visto todos estos animales y más, como langures y otros cérvidos, llegaríamos a lo que parecía el final del trayecto, me pareció excesivamente corto, pero había una vuelta, y veríamos más cosas...
 

Este era el punto de llegada de todos los coches para reunirse y parar para ir al baño, etc.
 
Mientras la gente bajaba nosotros nos quedamos en el canter y nos vimos inundados por una gran masa de urracas vagabundas y turdoides, a los que la gente le daba pan de pita para comer y hacerse fotos con ellos en la mano, como yo haría después.
 
 
Urraca Vagabunda (Dendrocitta vagabunda)
 
A la vuelta el guía nos enseñaría el rastro de nuestra presa, huellas de tigre de bengala, el felino más grande del planeta, parecía estar cerca, pero nadie figuraba que lo fuésemos a ver. 
 
Huella de tigre de bengala.
 
El coche iba ya bastante rápido, y apenas paraba por los ciervos, pero de repente se paró en seco, casi lanzándome por los aires y chocando con el asiento de delante, cuando giré la cabeza para ver lo que era, un poderoso e imponente águila posada en un árbol a apenas 50 metros, se notaba que los animales no temían a la gente, se sentían protegidos dentro del parque nacional. Se trataba de una culebrera chiíla.


Culebrera buscando posibles presas para un almuerzo.

Águila culebrera chiíla (Spilornis cheela)
 
Más tarde veríamos una especie de autillos, que colocaré en la entrada siguiente las imágenes. Luego nos detuvimos en una explanada donde había langures caminando por el suelo, ciervos moteados y otra clase de cérvido que hasta ahora no había nombrado, llamado nilgó o toro azul, el macho es más bien el de color azul grisáceo, mientras que la hembra es marrón clarito, en la que podemos ver en la siguiente foto,  y gran estatura.


Nilgó o toro azul a la izquierda (Boselaphus tragocamelus)
Y ciervos moteados a la derecha (Axis axis)
 

 
De ahí el canter salió de repente con gran rapidez, y se metió por un camino muy estrecho, donde dimos a parar a una zona de muchos coches, cuando me di cuenta todo el mundo gritaba: "The tiger, the tiger", yo estaba atacado, nervioso, empecé a preguntar a todo el mundo where? where?, pero nadie lo veía solo los coches más adelantados. La hierba era demasiado alta, así que decidí jugarme un poco la vida y subirme no al asiento si no a la barandilla más alta del coche, y ahí lo vi con los prismáticos, una pequeña mancha de color rayado, más tarde el coche se iría sin apenas haberlo visto bien, la emoción y los nervios del momento nos hicieron gritar. Luego le  dijimos al guía que no se fuera, porque a mi padre se le habían caído las gafas al suelo del parque nacional, a apenas 50 metros de un tigre de bengala, y el guía amablemente las cogió.


Tigre de bengala apenas visible entre la maleza.
 
Nos íbamos, pero no de vuelta, sino a ver si por el otro lado se podía acceder mejor, y mientras tanto al intentar acceder a apenas 5 metros del tigre había una charca, en la que había, ¡una cigüeña negra! algo increíble, le hice una foto por los nervios del tigre, sin apenas luz, la he podido salvar un poco con retoques pero no es gran cosa a pesar de lo cerca que estaba.
 

Cigüeña negra (Ciconia nigra)
 
Ya se habían marchado algunos jeeps y canters y nos tocaba ver a la imponente tigresa que resultaba estar embarazada, estaba tumbada entre la hierba, una pena la hierba me impedía enfocarla bien, eso y los nervios de tener un tigre de bengala a 20 metros salvaje, pensar que en cualquier momento se podía levantar y de un salto lanzarse al coche, pero estaba descansando.

 
Aquí se puede apreciar que a pesar de ese color naranja tan llamativo, se podía camuflar perfectamente entre aquella hierba.

En aquel momento no me podían temblar más las piernas, yo buscaba el lugar idóneo para hacer las fotos, sólo faltaba la guinda del paste, que levantara la cabeza, eran unos momentos de tensión y emoción muy fuertes, todos los individuos del canter apelotonados en una zona del coche, cuando parecía que iba a arrancar y nos íbamos a marchar, yo lógicamente seguía apuntando a este hermoso animal a ver si nos mostraba algo más, y fue arrancar y levantar la cabeza, me dio tiempo a lanzar una pequeña ráfaga de fotos, que vería más tarde para no martirizarme si me habían salido mal, todo fueron refunfuños al conductor y al guía por no quedarnos más tiempo viendo a aquel maravilloso felino, habría sido espectacular que se hubiese levantado, pero no pudo ser y nos tuvimos que conformar con aquello. En el regreso vimos también un jungle cat una mezcla entre lince y gato montés al que por el movimiento del coche y que cuando estaba enfocando justo se empezó a mover no le pude fotografiar, pero ya estaba más que satisfecho ese día.
 
Miré más tarde las imágenes con unas expectativas muy malas, pero de aquella ráfaga hubo una foto que se salvó y me alegró todo el viaje, mi mayor reliquia fotográfica, una tigresa de bengala.

Tigre de Bengala (Panthera tigris tigris)
 
Un recorte de la imagen para apreciarla mejor, aunque la calidad no es muy buena por las hierbas y por lo que me movía. Pero bueno es lo que hay y debemos apreciar lo que tenemos.


Tigresa embarazada.
 
Espero que os haya gustado esta entrada del blog, espero que la apreciéis y la valoréis ya que me ha costado bastante hacerla, un saludo y muchas gracias por vuestras visitas.
 


domingo, 24 de abril de 2016

Por los jardines de Ranthambore

Íbamos camino de Ranthambore, y por el camino vimos cosas muy interesantes, sobre todo en la zona de los cables, pero donde vimos gran variedad fue una vez en Ranthambore, en los jardines del hotel. Donde pudimos ver drongos, fracolines, etc.
 
Drongo real (Dicrurus macrocercus)

Francolín gris (Francolinus pondicerianus)
 
Más tarde una vez ya asentados e el hotel, me fui a dar una vuelta por los jardines, donde pude ver muchas aves, como bulbules cafre que ya los había visto antes en Tailandia, sunbirds de otro tipo, y gran cantidad de aves que no conocía. 

Taiga Flycatcher (Ficedula albicilla) un ave que me llamó la atención por su fuerte silbido, y lo cerca que me dejó acercarme a ella y no como en España que ya se habrí volado.
 
 
Los suimangas, estaban en una determinada zona del hotel, donde había florecillas de color rosa y rojo, se les podía ver tomando néctar de las flores, estas pequeñas aves tienen un canto bastante característico y reconocible, muy parecido a un silbido suave pero intenso.

Suimanga asiático macho joven

Hembra de suimanga asiático (Nectarinia asiática)
 
El próximo ave al que fotografiaría sería al inquieto y movedizo turdoide indio, al cual me costo fotografiar, ¡no paraba quieto! Le pude sacar un par de fotos que se salvaban pero no pude hacer mucho más.

Turdoide indio (Turdoides caudatus)
 
 
El siguiente, yo creo que es el ave que más vimos en Ranthambore junto a la urraca vagabunda, de colores bastante apagados a excepción de la parte trasera del vientre donde hay un tono rojizo, eran bastante confiados y dejaban que te acercases demasiado, este es un retrato de este ave, y posiblemente de las mejores fotos de este ave que realicé.    

Bulbul cafre (Pycnonotus cafer)
 
 
Otro ave muy llamativa, y que también pude ver en Tailandia pero muy fugazmente y sin hacerle foto, es este anteojitos oriental, muy bonito por su cabeza amarilla y un aro de color blanco alrededor del ojo bastante llamativo, eran también bastante movedizos y difíciles de fotografiar, porque cuando les pillabas o tenías el iso muy bajo o muy alto, o como en esta ocasión ramas delante, pero he subido esta foto para que podáis apreciar su elegancia a pesar del tamaño.

Anteojitos oriental (Zosterops palpebrosus)
 
 
El siguiente ave es junto al bulbul cafre la que más abundaba, la urraca vagabunda, muy llamativa y de colores muy vivos, con la cola más larga que nuestra urraca, y de mayor tamaño la urraca vagabunda, estas fotos no son de los jardines, ni mucho menos de las mejores, estas son ya en el parque nacional donde bajaban a comer pan de tu mano, he querido ponerlas, para que veáis que no son domésticos, se ve que en estas zonas protegidas tienen mucha más confianza que en otros sitios, y eso es lo que intenta reflejar la fotografía, la confianza de este animal.
 

 Rufous Treepie
 
Urraca vagabunda (Dendrocitta vagabunda)


Y para finalizar con esta entrada, he querido acabar con esta imagen al atardecer de un bulbul cafre y un drongo ventriblanco, muy parecido al real pero con el vientre blanco.
 

Arriba izquierda: Drongo Ventriblanco (Dicrurus caerulescens)
Abajo derecha: Bulbul cafre (Pycnonotus cafer)


jueves, 7 de abril de 2016

Un paseo por los templos...

 
Todo comenzaba una calurosa mañana de Enero, nos levantamos temprano para desayunar, y luego ir a los templos temprano para que no se colmatara de gente, yo no pensaba en el gran día que llegaría a pasar.
Las fotos no las he ordenado según el tiempo en el que las vimos a las especies, si no que las he colocada de forma que la última fotografía cuase mayor impresión, es decir las últimas colocadas son mis favoritas.
En la siguiente imagen, podemos observar un suimanga asiático, no se puede apreciar muy bien ya que tuve que recortar la imagen, para que no salieran unos hierros que protegían la entrada a los templos.
 
Suimanga Asiático (Nectarinia asiática)
 
El siguiente, se trata de un mamífero, una mangosta pequeña asiática concretamente, un mamífero muy rápido, y carnívoro, se alimenta de reptiles, roedores y pequeños pajarillos, es muy voraz.
Vimos un par de ellos en todo el viaje, un ejemplar más pequeño que otro, era la primera vez que veía una mangosta, y mucho menos la primera vez que le conseguía hacer una foto. Fue un momento muy emocionante.
 
 
Mangosta pequeña asiática (Herpestes auropunctatus)
 

Mangosta pequeña asiática.
 
 
Nada más comenzar la ruta guiada, paramos e el primer templo, y el guía se puso a explicar, pero como ya sabéis, a mi más bien no me interesa mucho lo que es la religión y todo ese royo, yo me puse a mirar a los árboles, con tanta casualidad que me acerqué al primero, y pude observar un mochuelo, salió de un agujero, que debía ser el nido, porque cuando me acerqué se voló a otra rama, y del mismo agujero apareció otro, que por el tamaño debía ser la hembra. Por las cercanías del árbol, había un jardinero, que se acercaba de vez en cuando para limpiar las hojas caídas, pero este no se percataba de la presencia de la encantadora pareja. Estos le seguían con la mirada observado sus movimientos, ellos ya  acostumbrados a los míos. Estos ejemplares se trataban de mochuelos de Brahmán.


Siguiendo al jardinero.

Mochuelo de Brahmán macho (Athene brama)

Observando fijamente.
 
 Y para finalizar el ave más vistosa de todo el viaje, la que vi bastantes veces posada en los cables de la luz desde el coche en la carretera, cuando de repente  andando hacia otro templo, veo de lejos algo bastante grande posado en un árbol seco, yo ya me intuía lo que era, por eso me acercaba despacio y hacía fotos cuando paraba por si se volaba y no tenía oportunidad de hacerla una foto, pero resulta que los animales de la India, son bastante confiados, y me dejo acercarme hasta los 15 metros aproximadamente, y allí estaba en aquella rama, con unos colores similares a la europea, pero más oscuros y violetas. Una especie sin duda de las que marcó el viaje, y la que entraría en mis top más coloridos que he visto.
 

Carraca India (Coracias benghalensis)

sábado, 2 de abril de 2016

Los calaos grises de la india

En esta entrada, os comentaré, mejorado uno de los días de mayor pajareo que he vivido, en unos templos indios, repletos de gente, donde ya subiré posteriormente una entrada, en esta os hablaré concretamente de un pájaro, que me parece muy curioso y me gusta bastante, lástima la rapidez de la cámara no me permitió obtener mejores tomas, ya que todavía no he  la cámara, pero estoy seguro que una mejor cámara, y un poco más de tiempo en ese sitio se podrían haber sacado unas fotos buenísimas, yo tan solo tengo unas más bien testimoniales, como las del resto del blog, más bien por afición que por otra cosa, pero vayamos a lo importante. El calao gris indio, lo vi en un gran árbol frente al templo y aluciné, lo primero que hice fue tirarle un par de fotos y avisar a mis padres, pero estos apenas le hicieron caso y seguí haciendo fotos, las primeras eran más bien lejanas.
 
Calao gris indio joven.
 
Cala adulto abriendo el ala para rascarse.
 
Cuando de repente un adulto alza el vuelo, y para mi sorpresa se posó en un árbol justo enfrente mía, casi a mi misma altura, quizás un poco por debajo, y saque la cámara y le freí a fotos, lástima que el árbol hiciera sombra en algunas partes del calao pero fue alucinante.
 
En la siguiente toma podremos ver cómo el calao, se cambió de árbol para comer frutos, ya era mediodía y tocaba alimentarse y reponer energías.
 


Calao cogiendo un fruto


Resulta curioso que el calao en inglés tenga un nombre tan distinto al español, "hornbill" que traducido al español significa segundo cuerno, y esa es la gran característica que distingue a gran parte de los calaos. En la siguiente foto se puede apreciar bastante bien el segundo cuerno, que le sirve para dar una apariencia más temible frente a algún depredador.
 

Calao gris indio (Ocyceros birostris)
 
 
Las dos siguientes y últimas escenas de esta entrada a mi son las que más me gustan, se ve cómo el calao coge un fruto, y cómo se lo traga del tirón sin pelarlo ni nada, con esa luz de pleno día que chocaba con su plumaje y resaltaba su color gris y su ojo rojo, más intenso en los individuos más adultos. Una escena para recordar, y de las mejores de este gran viaje.

Calao gris indio adulto sosteniendo un fruto con el pico.


Aquí se puede ver cómo se traga el fruto de la anterior escena, con la lástima de que giró un poco la cabeza y no pude hacerle la foto completamente recto.