Un 28/12/14

Todo comenzaba una mañana de diciembre, una fría mañana, que comenzó recorriendo la gran carretera del embalse del Jándula, recuerdo un paisaje bañado por una neblina espesa, que apenas te dejaba mirar más allá de la cuneta de la carretera, llegamos a la zona donde nos íbamos a colocar, había ya gente a pesar del madrugón, había unas 8 personas, y nos dijeron que estaban justo debajo nuestro, resultaba que se habían metido dentro de unos lentiscos, y la hembra rechazaba al macho, de vez en cuando salían de los lentiscos, y nos daban un gran espectáculo a unos 10 metros de distancia, fue la mayor experiencia que he vivido con este felino a lo largo de mi vida, y creo que será irrepetible.

Tras un gran rato saliendo y entrando de los lentiscos, salieron del todo, se empezaron a pelear, y acabaron persiguiéndose durante casi 3 horas, algo asombroso, si es verdad que la niebla dificultaba la fotografía pero me quedaron algunas buenas fotos, de las que mereció la pena aquel viaje.

 La hembra de lince metida en el lentisco vigilando fijamente el macho.

 Hembra de lince (LYNX pardina)

 Aquí el macho saliendo del lentisco y mirando a la gran multitud de gente que se acumuló a medida que iba pasando la mañana.

 Aquí otra vez el macho mirándome fijamente.

 La mirada penetrante del lince en acecho.

Una de las mejores escenas y una de mis mejores fotos fue esta, con hembra y macho, hembra mirando hacia un lado de la multitud y con una pata en la piedra, y el macho mirando al otro lado.

Esta escena fue la escena posterior a la pelea, con las barbas hinchadas, y rechazando la hembra al macho de una manera bestial.

Este último es otro ejemplar joven, el último avistamiento cercano que tuvimos, la luz era bastante buena, pero la foto es malilla porque el pobre animal se estaba agobiando y le tire una ráfaga y encima tenía la cámara en un modo que no sabía como funcionaba, pero tras el encuentro anterior tampoco me pude quejar de las fotos.