viernes, 22 de julio de 2016

La cosa va de nocturnas

Comenzábamos a adentrarnos en la espesura de un mar de árboles, nosotros íbamos en busca de un ave de la que ya he hablado y enseñado fotos, el búho chico, pero entre la espesura de las arizónicas, nuestro pequeño compañero apenas se dejaba ver y a cualquier mínimo movimiento se volaba, a pesar de la gran precaución tomada, apenas en ese momento pude hacer una insignificante foto entre el ramaje.
 
 
Pero la sorpresa del momento no sería aquella, si no un vuelo extraño que me llamo la atención y que se posaba en el suelo, yo ya me imaginaba lo que sería por su volar tan distintivo, y porque no podía ser otra ave.
Nos acercamos con sigilo, y ahí estaba un chotacabras pardo o también conocido como chotacabras cuellirrojo.

Esta ave es una gran camufladora, ya que apenas se la podía detectar en aquel momento.

Esta ave, destaca por un gran  gran pico, no muy largo pero de gran anchura, el que utiliza para capturar insectos,
 
 Chotacabras cuellirrojo (Caprimulgus ruficollis)
 
Otra de las grandes sorpresas, sería este búho chico, que nos dio un gran festín visual y fotogrráfico, muy visible entre la espesura de la arboleda de arizónicas.
 
 

 Búho chico (Asio otus)
 

Los búhos chicos se caracterizan por tener un canto realmente sonoro y fácilmente confundible con cualquier paseriforme.
Otra gran característica son las posturas que adquiere dependiendo de la situación, cuando esta alerta se alarga y se pega a los troncos para poder camuflarse, otra, levantar las orejas y abrir los ojos es una situación de precaución para ellos, pero no de alerta.

Dejo esta última foto para el final, que refleja perfectamente al ave en su entorno, espero que os haya gustado, muchas gracias y un saludo a todos.

 

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