Comenzaba la semana santa con un viaje desde Madrid con mis padres mi hermana y mi primo, marchamos de allí a mediodía, para poder llegar allí al atardecer.
Cuando llegamos no vimos ningún oso, al día siguiente madrugamos para ver si conseguíamos ver algún oso, así que fuimos a una zona donde nos decían que se veían muy frecuentemente aunque bastante lejos, total que fuimos y conseguimos ver la madre y la cría, pero no nos dábamos por satisfechos, así que esa misma tarde nos fuimos al primer sitio en el que estuvimos, y con tan buena suerte de que hablando mi primo y yo mientras caminábamos y hacíamos el tonto, un chico muy amable, llamado David, nos empezó a llamar y salimos corriendo, y en efecto era una hembra de oso, además bastante cerca, pero la luz ya era muy tenue, solo faltaba marcharnos y esperar a que hubiese encamado allí por la noche.
Al día siguiente madrugamos un montón a las 6:30 de la mañana ya estábamos allí a la espera, y no salió hasta las 8 y poco, así que cuando salió pudimos hacerle gran cantidad de fotos, eramos mucha gente y a la vez que se movía el oso nosotros corríamos a otra zona donde se le pudiese ver mejor.
Y a todo este barullo montado por la alegría del oso, para colmo salió a un claro donde pudimos tirarle un montón de fotos y disfrutar de él casi una media hora.
Oso cantábrico (URSUS arctos cantabricus)
Osa cruzando el canchal
La osa en el claro
mirando hacia abajo
Mirando hacia nosotros
Mirando al cielo
La osa bajando
Marchándose
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